La selección de los objetos del Virreinato está marcada evidentemente por los acontecimientos propios de la época, en los que intervienen de manera determinante la Iglesia católica y la organización política de la Corona española. Por ejemplo, se deja relucir el interés por la explotación de los metales en lo económico, con la presencia de piezas de plata, pero también en lo sagrado, pues muchos de los objetos litúrgicos se hacían con este metal. También se cuenta con destacadas obras de arte que delinean figuras de mujeres novohispanas, aristócratas o religiosas; y en contraste, otros objetos cuyo valor se medía por su utilidad como las herramientas que servían en la carpintería y en la industria doméstica.