La Galería de Castas Mexicanas alberga la colección de pintura virreinal considerada como una de las más completas y únicas en su género, con 133 obras de relevantes artistas novohispanos: José Joaquín Magón, José de Páez, Andrés de Islas, Miguel Cabrera, Vicente Albán y Francisco Antonio Vallejo.
El nacimiento de la pintura de castas se remonta a 1710, cuando el virrey de la Nueva España, Fernando de Alencastre Noroña y Silva, duque de Linares, quiso dar a conocer al rey Felipe V las mezclas raciales novohispanas a través de una serie de 16 pinturas que encargó a Juan Rodríguez Juárez, uno de los más notables pintores de la época.
La sociedad de castas fue producto de la mentalidad del siglo XVIII, ante la necesidad de nombrar y clasificar a la población frente al crecimiento desbordado e incontrolable del mestizaje multirracial. Esta clasificación separaba a la población en tres tipos básicos: indios, negros y blancos, de donde surgían tres grupos secundarios: mestizo, mulato y zambo. A partir de las combinaciones de estas castas se crearon complicadas clasificaciones y nomenclaturas.
Efraín Castro describe la estructura básica de un cuadro de castas: "una pareja, hombre y mujer, pertenecientes cada uno a un supuesto grupo racial, siempre acompañados de su hijo, todos vistiendo diversos tipos de indumentaria que supuestamente también los caracterizaba social y racialmente, con fondos algunas veces vinculados al trabajo que desempeñaban y siempre con textos alusivos a las designaciones que recibían los individuos pintados dentro de una complicada clasificación racial".