El arte textil mexicano es sin duda una de las manifestaciones más complejas de la riqueza cultural del país. Ha tenido un desarrollo monumental durante más de cuatro mil años, periodo en el que los indígenas han inventado y dominado tecnologías que, en su aparente simpleza, encierran una gran complejidad. Mediante formas, dibujos y colores, los textiles evidencian cuestiones sociales, históricas, económicas, estéticas y cosmológicas. Son fruto de la fusión entre la destreza artesanal y las más sublimes creaciones intelectuales de las culturas originarias.
A principios del siglo XX se definió un conjunto de valores de lo que hasta la fecha se conoce como “arte popular”. Los textiles quedaron inscritos como una categoría de este concepto, que pretendió reivindicarlos como una de las máximas artes nacionales. En la actualidad, a pesar de que por diversos motivos sigue habiendo cierto menosprecio hacia las artes populares, en el mundo son objeto de la más alta apreciación y de salvaguardia patrimonial.