La madera oscura del ébano proporciona un sentido de sobriedad a esta Inmaculada Concepción. Lleva la larga cabellera partida por el medio que cae ondulada sobre la espalda, y está de pie sobre la media luna, atributos de su doncellez y su dominio sobre el mundo respectivamente.
El estilo de la túnica corresponde a la representación de María niña, forma frecuente de aludir a la concepción sin mancha.
El rostro, las manos y los zapatos son de marfil. La expresión es hierática y los rasgos occidentales, lo que indica que posiblemente no es obra de artesanos orientales, o es muy tardía. Las manos están talladas con maestría, si bien parecen demasiado grandes y tiesas, sin un gesto ritual. La ornamentación rizada de la madera parece evocar nubes, y es un rasgo muy difundido en la época. La peana de plata es contemporánea, elaborada al estilo barroco.