El organillo es un instrumento musical cuyos antecedentes se remontan al siglo XVII europeo. Consiste en una caja portátil con una manivela que acciona el mecanismo interior. El elemento central es el cilindro de madera hueca que tiene unas púas o puntillas de metal ordenadas de manera que cada una es una nota de la melodía. Cada melodía está grabada en unas mil 200 puntillas y un cilindro puede tocar ocho piezas, es decir, tiene aproximadamente 9 mil 600 puntillas.

Al girar la manivela, además del cilindro se mueve un fuelle, que sopla en una caja alargada llamada secreto, la cual distribuye el aire de manera uniforme. El sonido se produce cuando las púas del cilindro chocan con la punta de acero de las teclas; éstas suben y tapan las válvulas de las cornetas, impulsando el aire hacia la salida de cada una.

El violino pan que se muestra tiene 41 teclas, cada una con cuatro silbatos. Su nombre deriva de los flautines en escala descendente –flauta pánica– que emiten un sonido melancólico y dulce. La caja tiene un fino trabajo de marquetería, y está barnizada y pintada con una decoración de flores en la parte inferior de la carátula. Lleva un paño en la parte superior y vistas de latón en el sotabanco.

La inscripción señala el nombre y la dirección del fabricante: FRATTI & Co. Schoenhouser Allee 73 BERLIN. Su calidad y procedencia indican que es anterior a la Primera Guerra Mundial.

Los organillos llegaron a México en 1884 y la figura del organillero o cilindrero ambulante pronto tuvo presencia en ferias y plazas. Poco a poco se incorporaron en su repertorio melodías mexicanas, como valses de Juventino Rosas y canciones de la Revolución mexicana.

En los años sesenta del siglo XX el gobierno de la Ciudad de México llegó a un acuerdo con los dueños de los organillos para dejarlos seguir en las calles. Desde entonces sus trabajadores utilizan un uniforme con gorra. Los pocos que aún se dedican a este oficio se mantienen de los donativos voluntarios, de los que pagan una renta por el instrumento.

Como dato curioso, el ejemplar del Museo tiene adherido en la parte superior derecha (izquierda del espectador) un escudo que dice: MAX FACTOR. ROYAL REGIMENT. Royal Regiment es el nombre de una loción masculina con aroma a limón que la casa Max Factor sacó al mercado en 1969 y fue popular en los años setenta.