Introducción
Los muebles de Villa Alta de San Ildefonso fueron producidos durante los siglos XVII y XVIII -1600-1700-, son de manufactura indígena, procedentes de la sierra zapoteca de Oaxaca, ligados, en su mayoría, al arte de escribir y de tipo transportable. Estos enseres se apilaban uno sobre otros, pues su posesión era una cuestión de escenografía y prestigio social, tanto así que muchos fueron exportados a Italia, España e Inglaterra. Desde su época, fueron utilizados para palacios en el siglo XVII y eran de altísimo valor económico por ser considerados raros y preciosos.
Imagen: Vicaría de la Villa Alta de San Ildefonso con los pueblos anexos a ella, 1706, AGI.
Escritorio de los ciervos
Este tipo de muebles son ejemplos únicos de producción en la Nueva España, ya que por sus altos estándares de calidad en su manufactura y decoración, con sus múltiples y precisos cortes hacen que el ensamblaje sea irrepetible.
Las maderas sobrepuestas en los muebles de Villa Alta suelen formar figuras con rellenos que dan la apariencia de grabados (xilografías). En la mayoría de los casos, fueron embutidos pequeños trozos de maderas como si se tratara de un rompecabezas, pero también hay tiras o paneles de geometrías en los contornos de los muebles.
En muchos casos, se hicieron multitud de trazos incisos, a manera de esgrafiados, con el objeto de dar volumen a las figuras representadas y definir los rasgos principales. No se trata de pirograbados, sino que los huecos a veces resultantes eran rellenados con una pasta negra o un relleno de colores. A esta pasta se le ha llamado zulaque, debido a su similitud con una pasta renegrida del mismo nombre que se utilizaba para recubrir caños de barro, tanto en España como en América.
Un grupo de muebles de notable calidad incluye en sus tapas, cubiertas y laterales un motivo geométrico de enorme interés: se trata de una cenefa que se ha bautizado como “la greca escalonada”. Dicho motivo está formado, la mayoría de las veces, por maderas oscuras.
Se tienen detectados por los expertos, sólo entre 106 y 110 piezas de los muebles de la Villa Alta en el mundo y de éstos sólo 8 se conocen con la técnica “la greca escalonada”, a la cual pertenece esta exquisita pieza del Escritorio de los ciervos.
En dicha escribanía está representada una magnifica escena de la caza de un ciervo. Este ritual elitista, de carácter cortesano, conlleva un simbolismo de salvación. El ciervo es el alma que huye por los bosques acechada por fieros animales que encarnan vicios y pecados. El ciervo se vincula con el agua de la vida a través de fuentes, surtidores, riachuelos y cántaros. Después de sortear a los animales que tratan de devorarlo, se rinde, sediento y exhausto, para beber de la fuente que la proporciona la salvación eterna.