Realizó sus primeros estudios de arte entre 1959 y 1962 en el Taller de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León (UNL), recibiendo una beca para continuar su preparación en la Academia de San Carlos, en Ciudad de México. Obtuvo el título de Maestra en Artes Plásticas en 1967 y dos años después el de pintora.

En 1968 se integró como maestra al Taller de Artes Plásticas de la UNL, que posteriormente se convirtió en la Facultad de Artes Visuales. Durante 32 años impartió clases de dibujo, grabado, pintura y técnicas de pintura y escultura.

De manera paralela a su labor docente desarrolló su obra personal que, de acuerdo al periodista y crítico Hernando Garza, “forma parte de la tradición paisajística nuevoleonesa, quien -a la manera de la Barbizon francesa- pinta frente al paisaje”. *

Su primera exposición individual fue en la Galería Cosmos en 1970 y, desde entonces, ha tenido decenas de exhibiciones individuales y colectivas en museos y espacios culturales de Nuevo León como Arte AC, la UANL, la Casa de la Cultura, la Pinacoteca de Nuevo León de CONARTE, Colegio Civil, Centro Cultural Fátima, así como en otros espacios culturales de México, Estados Unidos y Cuba.

Además de su producción pictórica, su actividad incluye la ilustración de libros, revistas y diarios, el diseño y realización de escenografías para el teatro regiomontano y escultura. Gran parte de su obra forma parte del acervo de la Pinacoteca de Nuevo León y del patrimonio artístico de la UANL. Ha sido reconocida con el Premio de las Artes en 1998, otorgado por la UANL, la Medalla al Mérito Cívico de Nuevo León en el 2003 y el Premio Flama UANL en 2017.

A lo largo de seis décadas de carrera, la maestra Saskia ha enfocado su arte en el paisaje regional, especialmente el de Nuevo León. Considerada a sí misma como cronista visual, conoce y representa a profundidad los paisajes del estado pues, desde joven recorrió el territorio, primero en compañía de sus padres y después, acompañando a su esposo, el poeta Andrés Huerta, mientras el vendía medicamento veterinario por pueblos y cabeceras municipales.

Entre las figuras recurrentes en sus obras se encuentran el Cerro de la Silla, Las Mitras, la Huasteca y Chipinque, pero también se pueden contemplar las ruinas de adobe, la Hacienda del Muerto en el municipio de Mina, calles de Dr. Arroyo, caseríos de La Barranca, la Escondida, Rinconada, la Laguna de Sánchez y los caminos a Saltillo.

El maestro Gerardo Puertas asienta: “La maestra Saskia Juárez ha sabido descubrir y descifrar la belleza agreste de nuestras montañas y la hermosura adusta de nuestras casas, por eso su trabajo pictórico es tan relevante para Monterrey (…) Ha logrado compartir la proporción severa de nuestras sierras y la simetría escueta de nuestras construcciones; la maestra Juárez constituye un pilar fundamental de las artes plásticas en el noreste mexicano”. **

Esta pieza titulada Cerro Herido II (segunda versión) hace alusión al paisaje del Cerro de las Mitras trastocado por la intrusión humana. La artista refiere: “Hay maneras de herir los cerros…Yo adoro las montañas, muy importantes para esta ciudad, pero las seguimos destrozando, invadiendo”.

A lo largo de seis décadas de carrera, la maestra Saskia ha enfocado su arte en el paisaje regional, especialmente el de Nuevo León. Considerada a sí misma como cronista visual, conoce y representa a profundidad los paisajes del estado pues, desde joven recorrió el territorio, primero en compañía de sus padres y después, acompañando a su esposo, el poeta Andrés Huerta, mientras el vendía medicamento veterinario por pueblos y cabeceras municipales.

Entre las figuras recurrentes en sus obras se encuentran el Cerro de la Silla, Las Mitras, la Huasteca y Chipinque, pero también se pueden contemplar las ruinas de adobe, la Hacienda del Muerto en el municipio de Mina, calles de Dr. Arroyo, caseríos de La Barranca, la Escondida, Rinconada, la Laguna de Sánchez y los caminos a Saltillo.

El maestro Gerardo Puertas asienta: “La maestra Saskia Juárez ha sabido descubrir y descifrar la belleza agreste de nuestras montañas y la hermosura adusta de nuestras casas, por eso su trabajo pictórico es tan relevante para Monterrey (…) Ha logrado compartir la proporción severa de nuestras sierras y la simetría escueta de nuestras construcciones; la maestra Juárez constituye un pilar fundamental de las artes plásticas en el noreste mexicano”. **

Esta pieza titulada Cerro Herido II (segunda versión) hace alusión al paisaje del Cerro de las Mitras trastocado por la intrusión humana. La artista refiere: “Hay maneras de herir los cerros…Yo adoro las montañas, muy importantes para esta ciudad, pero las seguimos destrozando, invadiendo”.