Los figurillas de las culturas de occidente se distinguen en la producción del México antiguo por su dinamismo. Los personajes aparecen realizando sus labores o en actividades de recreación y descanso. Por medio de ellas podemos conocer sus herramientas, armas y objetos de uso cotidiano, así como su indumentaria.
Aquí tenemos un personaje que viste calzón y yelmo. Está sentado y bebe de una vasija diseñada para tal propósito. Llama la atención la vasija en forma de cabeza que le cuelga de un tirante cruzado, posiblemente un recipiente de pulque. El motivo del bebedor se repite con pequeñas variantes en esta cerámica color marfil, típica de Colima.