Introducción
¿Por qué jugamos?
Los humanos tenemos una cosa en común que nos une: el juego. En todo el mundo, los científicos han realizados sorprendentes experimentos que han descubierto cómo el juego tiene el poder de hacer que las personas sean más inteligentes, más sanas y más propensas a vivir. Mientras jugamos, aprendemos.
En México la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, publicada en 2014, establece el derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad. Los juegos fomentan el desarrollo físico e intelectual, promueven la creatividad y preparan para vivir en sociedad. Así que el juego, los periodos de diversión y el disfrute deben formar parte de la infancia de cualquier niño.
El juego no se limita a la infancia, ya que los humanos continuamos recurriendo a él durante toda la vida, porque nos proporciona la oportunidad de experimentar, interactuar y reconstruir la realidad, incluso para transformarla.
En este contexto el Museo de Historia Mexicana ha preparado en colaboración con AMEXPLAY, Asociación Mexicana de Coleccionistas de Plays, A.C., la exposición ¡Juego a mi historia! Playmo culturas que a través de dioramas representan distintos momentos de la historia universal.
Jugar nos hace ganar seguridad y nos ayuda a crear una imagen positiva de nosotros mismos porque descubrimos qué podemos hacer y hasta dónde podemos llegar. Así que ¡regálate un rato y juega a tu historia!