Introducción
En vísperas de la celebración de los 15 años del Museo del Noreste, se compartirán algunas piezas destacadas que forman parte de su exposición permanente, entre las cuales se encuentra la maqueta “La Madonna”, por el artista norestense multidisciplinario Federico Cantú.
Esta pieza trató de representar o de agrupar lo que en su momento se consideraban valores intrínsecos como la patria, la familia y la seguridad social.
Federico Cantú Garza nació en Cadereyta, Nuevo León el 3 de marzo de 1908; hijo del doctor Adolfo Cantú Jaúregui y la poetisa María Luis Garza. Vivió en Texas hasta los 14 años, cuando se matriculó en la Escuela de Pintura al Aire Libre en Coyoacán, Ciudad de México y se trasladó de nueva cuenta a México. Durante su estancia en la escuela, dirigida por el nuevoleonés Alfredo Ramos Martínez, Federico fue ayudante de Diego Rivera, al que asistió con los frescos que elaboró en la sede de la Secretaría de Educación Pública en la capital del país.
A los 17 años, Cantú ya había recibido las influencias europeas y americanas, abrevadas de diferentes pintores y muralistas contemporáneos, y realizó sus primeras exhibiciones artísticas en algunos museos de Estados Unidos, cuando contaba con 21 años. Vivió en París y su formación como escultor tuvo lugar en el taller del maestro José de Creeft.
A mediados de los años cincuenta surge la necesidad de crear un símbolo para poder identificar el Instituto Mexicano del Seguro Social, Conocido como IMSS. Esta imagen debería amalgamar un conjunto de ideas: la Familia, el Estado y la Seguridad Social.
En 1960, con motivo de la conmemoración del 150 aniversario del inicio de la lucha de Independencia, el gobierno federal emprendió un despliegue de infraestructura que incluía la creación de hospitales por todo el territorio. Esta labor, comandada por el presidente Adolfo López Mateos y Benito Coquet, director general del IMSS, transformaría a la institución.
Como parte de esta transformación se requería dotar al Instituto con un símbolo que agrupara un conjunto de ideas referentes a la familia, el Estado y la seguridad social. Fue aquí donde intervino Federico Cantú.
La idea de los hospitales y las clínicas del IMSS ya habían surgido desde la época de Ávila Camacho donde se había integrado también los hospitales que tenían los ferrocarrileros, fue con López Mateos cuándo esta institución logra crecer.
Anteriormente, Cantú había realizado un trabajo mural en el edificio del IMSS situado en la avenida Reforma, en la Ciudad de México, donde estaba representada la figura materna. Ahí mismo se hizo otro diseño donde representó a Chicomecóatl, deidad nahua relacionada al maíz y la fertilidad. El inmueble colapsó durante el temblor ocurrido en 1957, y solamente se pudo recuperar el primer mural.
Con estos diseños como base, el pintor y escultor evolucionó en su forma hasta concebir el símbolo del IMSS como lo conocemos en la actualidad. La escultura titulada “Maternidad” o “Madonna del IMSS” era descrita por Cantú de la siguiente manera: “es la madre con el niño en los brazos representando al pueblo de México y la nación los protege, representada por el símbolo patrio, porque son lo más sagrado de su esencia, es lo que viene a ser una representación de la seguridad social, pues nadie dará mayor cuidado y protección que una madre a su hijo”.
Federico se hizo escultor en Paris y viviendo en ésta ciudad de 1924 a 1934 trabajó en el taller de José de Creeft quien fue su maestro en la escultura.
Esta visión acerca de lo que representa la familia y el cuidado que provee la madre a sus hijos, así como su simbolismo forman parte de la consolidación de un estereotipo en las instituciones y estructuras de gobierno. En la exposición temporal “Mujeres en la historia. Historia de las mujeres” podrás encontrar cómo han sido replanteadas estas ideas a través de una perspectiva de género.
Esta es probablemente una de las obras más reconocidas de Federico Cantú, quien falleció en 1989 y cuyos restos se encuentran al pie de su mural “Dios padre y crucifixión” en la capilla de la Universidad Intercontinental, en Tlalpan, Ciudad de México.