Imagen: Distrito Federal, Hueso de aguacate tallado, triplay, palos de madera y piedras. Colección Museo de Historia Mexicana.
Se conoce con el nombre de nacimientos a las representaciones con figurillas de la Natividad de Jesús. La mayoría de los expertos coinciden en que esta tradición tiene sus orígenes en el siglo XIII, cuando Francisco de Asís realizó en Greccio, localidad en Roma, una escenificación del nacimiento de Jesús, con personas y animales reales. Surgió con ello la usanza de representar el nacimiento en las iglesias y en los hogares, mediante efigies a escala.
La costumbre se extendió por Europa y con la llegada de la orden franciscana a Nueva España en el siglo XVI, los nacimientos se implementaron junto con toda una serie de prácticas para transmitir el fervor religioso: posadas, cánticos y escenificaciones teatrales.
En ese entonces las representaciones plásticas del nacimiento del niño Jesús aparecían en los retablos y en los frescos de las iglesias; algunas órdenes conventuales destacaron por elaborar finísimos nacimientos realizados en cera, que permanecían exhibidos todo el año. De igual manera se hicieron tallas en marfil y estofados, así como figuras en plata y oro.
Imagen: Papantla, Veracruz, Manta bordada a mano con punto de cruz. Colección Museo de Historia Mexicana.
Imagen: Xalitla, Guerrero, Plato de barro, cocido, policromado y barnizado. Colección Museo de Historia Mexicana.
Hacia finales del siglo XIX y principios del XX, los nacimientos se popularizaron más allá de la esfera eclesiástica, entrando a los hogares y con la elaboración de piezas de diversos materiales que las familias tenían a su alcance. La idea de escenificar el nacimiento de Jesús se volvió objeto asiduo para las manos artesanas en México, dando lugar al surgimiento de una infinidad de posibilidades de expresión, apoyadas en recursos y costumbres locales.
Los nacimientos que compartimos en este espacio forman parte del acervo del Museo de Historia Mexicana. Son manifestaciones del arte popular creadas por autores que adquirieron su conocimiento por vías tradicionales: la comunicación oral, la observación y el trabajo. Son catalogadas como artesanías porque su elaboración incluye procesos manuales continuos que ayudan a documentar el contexto de una comunidad, además son relevantes como reserva de conocimientos, tecnologías, formas de pensamiento y símbolos de identidad.
Imagen: Uruapan, Michoacán, Lana y madera. Colección Museo de Historia Mexicana.
