Me esfuerzo para que mi pintura refleje al México auténtico que siento y amo; huyo de caer en temas anecdóticos, folklóricos y políticos porque dichos temas no tienen ni fuerza plástica ni poética y pienso que en el mundo de la pintura, un cuadro es una ventana abierta a la imaginación humana.
María Izquierdo
María Cenobia Izquierdo Gutiérrez nació en San Juan de los Lagos, Jalisco en 1902. Vivió algunos años en su ciudad natal y posteriormente en Torreón, Coahuila, donde contrajo matrimonio en 1917. Se trasladó con su familia a la Ciudad de México en 1923; cuatro años después se divorció.
Ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes (antigua Academia de San Carlos) en 1927 y fue discípula de Germán Gedovius y Manuel Toussaint, de quienes aprendió las reglas básicas de composición. Sin embargo, Diego Rivera y Rufino Tamayo, a quien había conocido en la academia fueron quienes más influyeron en la obra de María. Éste último se convirtió en su pareja sentimental.
En 1929, apoyada por Rivera, realizó su primera exposición en la Galería de Arte Moderno del inconcluso Teatro Nacional (actual Palacio de Bellas Artes). Un año después, en noviembre de 1930, presentó veinte obras en el Art Center de Nueva York, donde poco antes se habían presentado Rufino y Rivera. Izquierdo fue la primera artista mexicana que exhibió su obra en Estados Unidos.
El curador René d’Harnoncourt –a la postre director del Museo de Arte Moderno de Nueva York– observó la obra de la artista y la integró a la muestra colectiva Mexican Arts exhibida en el mencionado recinto.
Prolífica artista, autora de óleos, acuarelas, dibujos, xilografías y aguafuertes, combinó su labor con la impartición de clases en la Escuela de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación, y a la par continuaba exhibiendo sus creaciones, ya fuera de manera individual o colectivamente en museos y galerías, tanto en México como en el extranjero. La pintora también impartió conferencias, participó activamente en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y se convirtió en una figura icónica en el medio cultural mexicano.
La obra de María se caracterizo por su expresión viva y espontánea. El costumbrismo de la vida regional y sus tradiciones quedó plasmado en sus lienzos con un gran colorido y las escenas circenses forman también parte importante en la creación pictórica de la artista.
En 1948, sufrió una hemiplejía que le dejó el brazo derecho paralizado y le hizo perder el habla, pero fue capaz de sobreponerse a esa imposibilidad y continúo su obra trabajando con el brazo izquierdo. Minada en su salud, María falleció el 3 de diciembre de 1955 a causa de una embolia.
Los retratos de damas, como este que pintó María Izquierdo, han permitido resignificar el papel del género femenino en un nuevo orden social, específicamente a partir del siglo XX, cuando la función de la mujer en la sociedad se transformó radicalmente.
La práctica del retrato, considerada un género menor frente a otras categorías con temática histórica o religiosa, ha sido revalorada como una fuente documental, a través de la cual es posible reconstruir las formas de hacer y comprender a la sociedad y sus protagonistas en un contexto determinado.