Introducción
En el marco de la celebración de los quince años de apertura del Museo del Palacio, la exposición Trocitos de historias presenta mediante calaveritas, dioramas y gráficos la historia del Palacio de Gobierno: su construcción, diseño, artífices y momentos relevantes en el devenir de nuestra ciudad.
El Palacio de Gobierno de Nuevo León es el recinto del Poder Ejecutivo Estatal que preside a los nuevoleoneses. Inició su construcción hace 126 años, durante la gubernatura del general Bernardo Reyes, administrador y realizador de imponentes obras urbanas, y a quien se debió el primer impulso modernizador del estado.
Durante el siglo XX, el Palacio de Gobierno fue testigo de los profusos acontecimientos que se desarrollaron durante esta centuria: lo mismo el cambio y transformación de la ciudad, la celebración del centenario de la Independencia, la llegada de la Revolución mexicana, encuentros presidenciales y la creación, en 2006, del Museo del Palacio, en la planta baja del edificio.
Sean bienvenidos a esta aventura que reúne fragmentos de hechos relevantes en Nuevo León y sus protagonistas: gobernadores, trabajadores, presidentes, ingenieros, arquitectos, artistas y artesanos mexicanos y extranjeros que han trabajado para hacer de este inmueble ¡un palacio para todos!
El Palacio de Gobierno
El Palacio de Gobierno del Estado de Nuevo León está ubicado en la actual Plaza de los Héroes, sitio donde se localizaban los desaparecidos ojos de agua de Santa Lucía. El general Bernardo Reyes, gobernador del estado, tuvo la iniciativa de su construcción y el ingeniero militar Francisco Beltrán Otero fue el encargado de realizar el proyecto de construcción.
Los materiales que se emplearon en la construcción del palacio fueron de origen regional como el mosaico y las estructuras de Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, además de otras zonas del país, específicamente la piedra rosa y gris traída de la cantera de “La Pila” en San Luis Potosí.
Las obras iniciaron en abril de 1895 y finalizaron en septiembre de 1908. La arquitectura del inmueble corresponde al estilo neoclásico, caracterizado por la perfecta simetría en la composición, empleo de elementos arquitectónicos grecolatinos y estilización de las ornamentaciones para enriquecer su plasticidad y exuberancia.
Puedes visitar la pieza del mes, donde encontrarás más información acerca de este edificio patrimonial.
El General Bernardo Reyes
Durante los últimos años del siglo XIX y la primera década del XX, el general Bernardo Reyes fue el brazo militar del presidente Porfirio Díaz y uno de sus hombres de confianza. Nacido en Guadalajara, encontró su vocación militar desde joven y a los quince años ya estaba combatiendo al imperio de Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica. Prestó el servicio militar en diferentes campos y sus acciones pronto le valieron el ascenso hasta llegar a general.
Por su lealtad y cualidades, en 1885, el presidente Porfirio Díaz envío a Bernardo Reyes a Nuevo León como comandante militar para poner en orden a los jefes fronterizos Jerónimo Treviño, Francisco Naranjo y otros caciques que se rebelaban contra el gobierno central. Bernardo Reyes llegó a la gubernatura de Nuevo León, gracias al apoyo presidencial. Consiguió poner en orden al estado e impulsó el desarrollo económico, industrial y arquitectónico de la región.
La construcción del Monterrey moderno
La capital nuevoleonesa se presentó como una de las ciudades más prósperas del país. En ella vivían poco más de ochenta mil habitantes y era la quinta más grande de la república. Durante esta época se introdujo el agua potable, drenaje, pavimentación y electrificación de calles y espacios públicos.
De esta época data la construcción del Palacio de Gobierno, una de las obras materiales más conocidas e importantes de Nuevo León. Hasta antes de 1895, las funciones gubernamentales se desempeñaban en una casa ubicada en el actual cruce de las calles de Morelos y Escobedo, en el centro de Monterrey. Construido gracias a la buena gestión y un vasto programa de recaudación de impuestos, este inmueble conserva la belleza y majestuosidad de sus orígenes.
Muchos festejos y un adiós
El general Bernardo Reyes fue gobernador del estado de Nuevo León en dos periodos, de 1885 a 1887 y de 1889 a 1909, durante estos años Monterrey vivió una renovación urbana que cambió totalmente el aspecto de la ciudad. El pasado colonial se mezcló con los afanes progresistas del gobernador que, con el poderío económico local, logró diseñar y construir obras arquitectónicas y urbanísticas pensadas para la posteridad.
La inauguración del Palacio de Gobierno se tenía planeada para el 15 de septiembre de 1908, pero una incesante lluvia que caía sobre la ciudad impidió los festejos públicos.
En agosto de 1909 se experimentaron los terribles efectos de un huracán. El torrente del cauce del Santa Catarina se desbordó, llevándose a su paso una enorme cantidad de viviendas del barrio de San Luisito.
México estaba de fiesta en 1910, pues se cumplían cien años del inicio del movimiento insurgente. En Monterrey se realizaron ceremonias cívicas, verbenas populares y se levantaron monumentos conmemorativos, como el Arco de la Independencia, diseñado por el arquitecto inglés Alfred Giles.
Después de la partida de Bernardo Reyes por mandato del presidente Porfirio Díaz, José quedó a cargo de la gubernatura de Nuevo León. A él le tocó encabezar las festividades correspondientes al Centenario de la Independencia de México, y concluir las obras iniciadas por Bernardo Reyes, entre las que destacó el Arco de la Independencia.
La Revolución mexicana y la muerte de Reyes
Hacia 1911, Bernardo Reyes se levantó en contra del gobierno de Madero, mediante la proclamación del Plan de la Soledad. Al no contar con suficiente apoyo se entregó y fue encarcelado en la prisión de Santiago Tlatelolco en la Ciudad de México. Fue condenado a muerte, pero el presidente conmutó la pena por prisión.
En 1913, en los hechos conocidos como la Decena Trágica, se suscitó un nuevo movimiento armado en contra de Madero. Una de las primeras maniobras de los sublevados fue liberar a Reyes, quien encabezaría a una facción de los rebeldes. Durante la defensa del Palacio, uno de los primeros en caer durante el asalto fue Bernardo Reyes, abatido por la balacera el 9 de febrero. Doce días después el presidente Madero sería asesinado y Victoriano Huerta impondría una dictadura militar en el país.
Las visitas presidenciales
Porfirio Díaz
En diciembre de 1898, el presidente Porfirio Díaz realizó su primera y única visita al estado de Nuevo León. El mandatario acudió por invitación del general Bernardo Reyes, quien después de diez años como gobernador quería mostrarle el progreso urbano, empresarial y productivo que había realizado en el estado.
Franklin D. Roosevelt
En abril de 1943 tuvo lugar, en la ciudad de Monterrey, el encuentro entre los presidentes de México y Estados Unidos, Manuel Ávila Camacho y Franklin D. Roosevelt. Esta reunión, que se enmarcó durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo la finalidad de discutir aspectos comerciales, migratorios y de colaboración entre ambas naciones.
George H. W. Bush
En la última década del siglo XX, México vivió una serie de políticas económicas que colocaron al país en la mira internacional. Una de las principales directrices fue la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que entró en vigor el 1 de enero de 1994. El proyecto inició cuando los presidentes Carlos Salinas de Gortari, de México y George H. W. Bush, de Estados Unidos, anunciaron su intención de realizar un acuerdo en el que regulara el intercambio comercial, así como la cooperación ambiental y laboral entre ambas naciones.
La instauración del museo
A finales del año 2003, el gobierno de Natividad González Parás anunció, con el fin de promover la infraestructura educativa en la entidad, que la planta baja del Palacio de Gobierno se convertiría en un museo, el cual daría cabida al devenir histórico y político del estado. El Museo de Historia Mexicana fue el ejecutor de este proyecto que reunió a un equipo interdisciplinario de historiadores y académicos para gestar la transformación del inmueble y dar cumplimiento a su nueva vocación.
La construcción original del palacio permitió adaptar los espacios para contar la historia de Nuevo León, desde los antecedentes paleontológicos y antropológicos , pasando por la colonización y conquista del Nuevo Reino de León hasta el decreto que lo convirtió en estado de la federación, así como el desarrollo tecnológico y económico de la sociedad neoleonesa.
El 30 de agosto de 2006 se llevó a cabo la inauguración del Museo del Palacio, que bajo el lema “Un palacio para todos” ofrece a los visitantes la oportunidad de redescubrir este recinto como un espacio accesible y amable para conocer la riqueza patrimonial de Nuevo León. A lo largo de quince años, el museo ha ido incrementando su acervo y renovando el discurso museográfico para brindar nuevas luces sobre nuestro acontecer histórico.