Introducción
Arquitectura de nuestra tierra
Desde tiempos ancestrales el hombre ha utilizado los materiales dispuestos en su entorno natural para construir su vivienda. Los suelos arcillosos o rocosos han sido transformados por su mano en bloques o secciones que conjuntamente con madera, ramas y hojas secas, conformarán los muros y techos del espacio que habitan.
El estudio y valoración de los materiales y las técnicas arquitectónicas de un lugar en específico nos brinda la oportunidad de conocer y apreciar la identidad de ese sitio. Al saber cómo se elaboran los ladrillos, los adobes, cómo se labra la piedra, cuándo se corta la madera para las vigas, cuál yacimiento de caliche es el óptimo para labrar los bloques o cómo se realiza una cubierta, podemos comprender mejor la arquitectura que realizaron nuestros predecesores. Conservar, restaurar y reutilizar estos materiales y las edificaciones en donde se han empleado es un gesto de agradecimiento hacia nuestros antepasados y representa, además, un compromiso con el presente y futuro de la sostenibilidad del planeta.
El Museo de Historia Mexicana abre este espacio expositivo con la finalidad de que empresas como Restāurika, difundan su trabajo y permitan al público apreciar y participar del resguardo, conservación y preservación del patrimonio del noreste del país, al brindar algunas muestras de la arquitectura y los materiales que se encuentra en Nuevo León, los cuales pueden ser una respuesta de sustentabilidad a los retos que se presentan en la arquitectura contemporánea.
Adobe
El adobe es uno de los materiales más recurrentes en la historia arquitectónica de la humanidad. Los bloques de tierra cruda se elaboran utilizando arcillas, arena y paja o estiércol, mezcladas con agua. Los componentes no contaminan y pueden regresar al suelo arcilloso de donde fueron sustraídos. Como dato importante mencionamos que la mayoría de las ciudades que son patrimonio de la humanidad están construidas con este tipo de materiales, siendo el primordial la tierra.
Sillar de caliche
El caliche es una roca sedimentaria conformada por gravas, arcillas, limo y carbonato de calcio. Su tonalidad y composición varían dependiendo de la conformación química del yacimiento.
Este material existe prácticamente en todo el mundo. En el noreste mexicano y en otros sitios del territorio mexicano se labran grandes bloques con este elemento, los cuales son llamados sillares. Estos son utilizados como muros en muchas edificaciones, aunque también se utilizan fragmentos y pedacería con el mismo fin.
Los muros de sillar de caliche permiten que un inmueble tenga propiedades térmicas, es decir, que sea fresco en verano y templado en invierno, esto debido a la composición química y la anchura del material.
Cantera de Vallecillo
En Nuevo León se localizan distintos bancos o yacimientos rocosos, en su mayoría de rocas sedimentarias. Ese es el caso de las canteras de Vallecillo, en las que es posible observar los sedimentos pertenecientes al Cretácico tardío, es decir de hace aproximadamente 66 millones de años.
Ladrillos
En distintas localidades del estado de Nuevo León existen ladrilleras artesanales. Los ladrillos de milpa se elaboran mezclando arcillas, en su mayoría extraídas de las riberas de los ríos, con una cierta cantidad de arena y agua.
La mezcla es batida con los pies; se le coloca en un molde o adobera previamente recubierta con arena para que no se peguen las arcillas. Después los ladrillos de tierra cruda se dejan secar al sol, se apilan y se hornean a más de 800 grados centígrados en un horno de tierra. Su color dependerá de la cantera de donde fueron extraídas las arcillas. En algunas ocasiones los ladrillos llevan la marca de la ladrillera.