La caricatura nació a la par que la prensa escrita, que en principio se reproducía a través de la litografía. En México, las primeras caricaturas aparecieron en la revista Iris en 1826 y se trataba de una alegoría a la tiranía.
A lo largo del siglo XIX, las tiras cómicas estaban dedicadas a la sátira política y a la crítica de las costumbres, y existían algunos casos de historias secuenciadas como el “Cuadro histórico del General Santa Anna” de 1856, que relata de manera irónica la historia de Santa Anna en momentos decisivos de la historia.